Mayorga, el cinismo de querer repetir
Por José Victoriano Martínez Guzmán
Si una característica debe
distinguir a quien ocupe la titularidad de la Auditoría Superior del Estado
(ASE) es que debe tratarse de una persona confiable, que privilegie el interés
público de saber cómo se aplicó el erario y, sobre todo, las medidas impuestas
para evitar que se mal utilicen los fondos aportados por todos, vía impuestos.
Si algo ha caracterizado a
Héctor Mayorga Delgado al frente de ese organismo es su vocación por ocultar
información, al grado de hacerse necesaria la intervención del Poder Judicial
Federal para obtener, por ejemplo, las observaciones hechas a la Cuenta Pública
estatal de 2009.
Durante casi siete años, Mayorga
Delgado ha acumulado un largo historial de manipulación de cuentas públicas que
le han hecho ganar, entre los personajes fiscalizados, la fama de un encubridor
al que pueden acudir para evadir responsabilidades derivadas de un mal
ejercicio de la administración pública.
Confiable para los inconfiables que abusan en su provecho
personal de los recursos públicos, el actual auditor tiene en sus servicios de
encubrimiento la mejor carta para repetir en el cargo.
Por ello, resulta burdo y cínico
que, en pleno inicio del proceso de selección del auditor que ocupará el cargo
por los próximos siete años, Mayorga Delgado utilice la estructura de la ASE
para promover su reelección con un comunicado plagado de datos que no coinciden
con los que aparecen en su sitio Web, u otros proporcionados de manera oficial.
Cual si ahora le urgiera generar
una opinión pública favorable. Mayorga Delgado afirma que ha aplicado multas
por más de 70 millones de pesos y que gran parte de este recurso fue reintegrado
a los municipios o a quienes resultaron afectados por una mala administración.
No obstante, los reportes de
multas publicados por la ASE entre el mes de enero de 2010 y diciembre de 2013
suman apenas 5 millones 296 mil 190.19 pesos, de los cuales un millón 272 mil 313.45
pesos corresponden a multas aplicadas por la Comisión Estatal de Garantía de
Acceso a la Información Pública (CEGAIP).
En 2008, la ASE cobró por multas
141 mil 878 pesos que, sumadas a las de 2010-2013, sin contar el 2009 y las
multas de la CEGAIP, arrojan que Mayorga cobró 4 millones 165 mil 754.74 pesos.
Una cifra lejana de los 70 millones que afirma el comunicado, a menos que en
2009, cuyos datos ilocalizables dan cuenta de la opacidad del auditor, haya
cobrado más de 65 millones.
Con la afirmación de que “gran
parte de esos recursos fueron reintegrados”, Mayorga reitera su vocación de
opacidad y de manipulación de la información a su favor, cual si las entidades
públicas hubiesen recuperado millones por la acción de la ASE.
El 20 de junio de 2013, la ASE
atendió un requerimiento de información sobre los montos de los resarcimientos
logrados desde su creación hasta esa fecha. Oficialmente, en seis años y medio
la ASE sólo reportó el reembolso de 38 mil 196 pesos a cinco municipios
(Venado, Huehuetlán, San Nicolás Tolentino, Coxcatlán y Armadillo de los
Infante).
Si el pez por su boca muere, el
auditor por sus números exhibe su confiabilidad. Incluso si fuera cierta la
cantidad recuperada en multas que afirma el comunicado, la ASE exhibiría una
mediocridad en su labor, ya que entre 2008 y 2013 Mayorga gastó 623 millones 555
mil 38.15 pesos, según las leyes del presupuesto de egresos de ese periodo y
recursos federales que recibió.
Conforme a las cifras infladas
de la ASE en su comunicado, los potosinos pagan nueve pesos para recuperar uno.
Con cifras oficiales recabadas en fuentes de la misma dependencia, el costo de
la Auditoría para recuperar un pesos se eleva a… 149.68 pesos.
Si Mayorga Delgado cree poder
falsear sus números para poder proyectar una imagen que le haga merecedor de
repetir en el cargo, se equivoca. Su carta fuerte es lo necesario que les
resulte a quienes fiscaliza e influyen en su nombramiento, porque la confianza
pública, para la que debió trabajar desde un principio, hace mucho que la
perdió.
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