El Congreso y su aguja en el pajar
Por José Victoriano Martínez Guzmán
“Los Datos Abiertos son información pública del
gobierno, que es puesta a disposición de toda la población de manera accesible,
en formatos técnicos y legales que permiten su uso, reutilización y
redistribución para cualquier fin legal que se desee”.
De esa manera resume la plataforma datos.gob.mx el
objetivo principal del programa de Datos Abiertos del Gobierno de la República,
con el ofrecimiento de la incorporación gradual de “todos los Datos Abiertos
del Gobierno de la República”.
La iniciativa no puede desligarse del derecho de
acceso a la información pública que todas las autoridades y aquellos que
administran recursos públicos están obligados a respetar y, lo más importante,
arroja verdadera claridad sobre los requisitos que los entes obligados deben
atender a la hora de responder solicitudes de información o la difusión de
información pública.
No es lo mismo mostrar una carpeta llena de
documentos para decir que se actúa con transparencia, a permitir el escrutinio
del contenido de la misma. No es lo mismo poner a disposición de la población
extensos archivos PDF llenos de datos revueltos, a permitirle acceder a las
hojas de cálculo que contienen la misma información, pero cuentan con filtros
que permiten darle uso a los datos.
De acuerdo con el programa de datos abiertos, la
información, para que sea verdaderamente transparente, debe cumplir con las
características de ser fácil de acceder en línea y en un solo sitio;
disponibles de manera gratuita, en formatos libres y legibles por máquinas; de
primera mano y oportunos, y con licencias claras que permitan cualquier uso
legal por parte de cualquier persona.
Infomex es una plataforma Web que permite el acceso
a la información pública cuya principal característica es que atiende al interés
de la población, pues ésta es la que pregunta y las entidades públicas están
obligadas por ley a responder. Lo menos que podría esperarse en las respuestas
es que, al captar la inquietud de la sociedad, los funcionarios se preocuparan
por poner a su disposición datos abiertos.
La experiencia indica que la actitud de los
servidores públicos camina en sentido contrario: buscan encontrar la manera de
dificultar la consulta de la información a pesar de que resulta obvia la
posesión del dato para entregarlo directamente.
Los ejemplos van desde la ridícula respuesta que se
dio a un solicitante que preguntó el nombre del titular de una dependencia y le
respondieron con un oficio en PDF en el que lo remitieron a que lo consultara
en el sitio web de la secretaría, en lugar de responderle con las tres palabras
del nombre del funcionario.
Esta semana, el Congreso del Estado dio una
exhibición de su afán de exponer lo accesible que es para ellos la información pública
y la intención de dificultarle a quien la solicita el poder consultarla. Al
requerimiento de los fondos públicos entregados a los diputados para sus informes
de actividades, el Legislativo otorgó la siguiente respuesta:
“Para informes legislativos, se encuentra el
denominado “apoyo de difusión y vinculación ciudadana” utilizado para dar a
conocer informes de labores o de gestión de los diputados, apoyo que puede ser
consultado en el artículo 19, fracción IX en el rubro de “cheques” expedidos en
los años 2013 y 2014 correspondientes a la presente Legislatura, de acuerdo al
número de cheques que se enlistan a continuación”.
Y enseguida enlista los números de folio de 103
cheques del 2013 y 108 del 2014, para que el solicitante ingrese a la página
del Congreso del Estado a consultar 24 archivos PDF en los que se enlistan 10
mil 928 cheques. Veinticuatro documentos que representan varios cientos de
páginas que el solicitante tiene que revisar para localizar los folios que le
indicaron.
Al acto equivale a que el solicitante le pidiera al
Congreso prestada una aguja. La disposición del Congreso para atender a la
petición sería tal como mostrar la aguja al peticionario, lanzarla a un pajar,
revolverlo y decirle “en este pajar la encuentras, puedes usarla”.
Nada más alejado de la tendencia a favor de los
datos abiertos, que son considerados como “una herramienta que nos puede ayudar
a cambiar radicalmente la relación entre sociedad y gobierno”, según la
presentación del programa de datos abiertos.
La realidad, no obstante, no deja de apuntar a que
quienes se dicen servidores públicos siguen muy a gusto con sus posturas de
opacidad, en tanto simulan la transparencia para poder proyectar una imagen que
no están dispuestos a asumir. “Cuestión de madera”, dirían los del desaparecido
grupo Bacilos.
La historia de México nos enseña que, los funcionarios públicos hoy pomposamente llamados "Servidores Públicos " para hacérnosla creer...
ResponderEliminarjamás han dado información de nada, SI NO REGISTRAS LOS INGRESOS A LA TESORERÍA, PUES, NO REGISTRES TAMPOCO LOS EGRESOS COMPADRE...ASÍ, NADIE SABE...NI NADIE SUPO...!
Por eso, casi la totalidad de los Diputados, el Gobernador y sus Secretarios y tres niveles para abajo...SON LADRONES, SON CORRUPTOS Y SON CÍNICOS.
INCLUYAMOS A LOS SINDICATOS DE LOS SERVIDORES PÚBLICOS, SUS DIRIGENTES SE MIDEN CON LA MISMA VARA...NUNCA RINDEN CUENTAS.
El Estado es un mar de corrupción hay que quemarlos A TODOS! Para exorcizar os y para purificarnos... El PRI VERDE PAN PRD CP PANAL...PT...MC SON CORRUPTOS.! Por quién votar?